En una graduación en la UASD-Bonao dentro
del 2do semestre del año 2013, el senador de Bonao Félix Nova Paulino, defensor
ardiente de la multinacional minera Falconbridge en su intención aviesa
de explotar el ferroníquel y otros minerales en el paraíso ecológico conocido
como Loma Miranda, acompañado de algunos adláteres de su misma
estirpe, interceptaron al Rector Mateo Aquino Febrillet a quien le
expusieron la necesidad de que la Academia hiciera algo contra un grupo de
profesores de ese Centro Académico porque estaban involucrando al estudiantado
universitario en actividades políticas.
Al Rector Aquino Febrillet quizás no le faltó
deseos pero era muy duro dar ese paso dentro de la tradición uasdiana. La
intención era extrañar de la UASD a quienes desarrollamos el proceso educativo
en base a los postulados dispuestos por el artículo 7 del Estatuto Orgánico de
esta academia.
Este artículo, aunque letra muerta en el día de
hoy, es una herencia de los postulados del Movimiento Renovador que transformó
esa institución en una universidad popular, abierta y democrática.
Sin embargo la UASD y los parciales de ese senador
firmaron un convenio ominoso, dado que entre éstos últimos están parte de los
sindicados como autores de haber desaparecido más de 140 millones de pesos
pertenecientes a la propia universidad. Pero este no es el tema que quiero
desarrollar en esta nota.
De lo que se trata es de resaltar como el abandono
de la filosofía y de la alta misión universitaria da pie a que gente sin ningún
tipo de autoridad, ni moral, ni ética ni académica, intervenga en una cuestión
tan alejada de sus alcances con unos puntos de vista que se asemejan a la
universidad trujillista.
Necesitamos un profesorado que haga suya la alta
misión de la UASD estipulada en su Estatuto Orgánico. Un profesorado que
practique las enseñanzas de Paulo Freire cuando decía:
Jamás
acepté que la práctica educativa debería limitarse sólo a la lectura de la
palabra, a la lectura del texto, sino que debería incluir la lectura del
contexto, la lectura del mundo. Defendemos el proceso revolucionario como una
acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo
serio y profundo de concienciación.
La UASD para contribuir a transformar el derrotero
en que las elites han sumido a la Rep. Dominicana, requiere de que una buena
parte de su profesorado se anime a la perspectiva de Frei Betto quien
hace muy pocos días estableció en Cuba ideas como la siguiente:
Ese es el papel del educador: no limitarse a transmitir
conocimientos, a facilitar pedagógicamente el acceso al patrimonio cultural de
la nación y de la humanidad, sino también, suscitar en el educando el espíritu
y la militancia revolucionarios, la búsqueda del hombre y la mujer nuevos
inspirados aquí, en el caso de Cuba, en los ejemplos de Martí, Che Guevara y
Fidel.
José Antinoe Fiallo Billini antinoe@gmail.com
La educación debe ser dialógica, concientizadora, problematizadora,
contextualizadora, de modo que supere la contradicción educador-educando y se
convierta en un ejercicio permanente de práctica de la libertad.
Todos sabemos que la Revolución enfrenta enemigos poderosos (…). El
principal enemigo, sin embargo, no está afuera. Está dentro de Cuba. Y puede
identificársele con facilidad: es la educación “bancaria”; es el desánimo
frente a los desafíos; es el individualismo que busca su propio provecho sin
considerar los derechos colectivos; es la falta de cuidado con los bienes
públicos; es la indiferencia frente a los más necesitados y los más viejos; es,
en fin, el egoísmo que hace de cada uno de nosotros un virus capaz de corroer y
debilitar el organismo social saludable.
Afortunadamente, es también el más fácil de combatir cuando se adoptan
métodos eficaces de educación liberadora, de emulación moral, de cultivo de la
espiritualidad, que despierten cada día, en cada uno de nosotros, lo que más
ansiamos.
El profesorado uasdiano tiene el potencial si se
abraza con los estudiantes para hacer mucho por este país.
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