Santo Domingo.-Este viernes 30 de mayo se cumplen 53 años del
ajusticiamiento del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina.
La fecha ha sido bautizada con distintos nombres como: Día de la
Democracia y Día de La Libertad del pueblo dominicano que, durante 31
años soportó innúmeras ofensas de todo género, al igual que el saqueo de
las riquezas por parte del tirano.
Historiadores testigos de los actos de la época
explican que, el asesinato del dictador fue un acontecimiento que tuvo
lugar gracias a una vasta conspiración integrada por diversos grupos
(uno de acción, otro político y otro militar), que tenían la
responsabilidad, primero de ajusticiar al tirano y luego, de proceder a
una segunda fase consistente en apresar a la familia Trujillo y a sus
principales epígonos con el fin de provocar un recambio en la cúpula
política y militar del régimen.
Estudiosos exponen que, dentro de los que
conformaban el complot, el llamado “grupo de acción o de la avenida”,
era el responsable de llevar a cabo la ejecución del tirano. Los
principales líderes de la conjura habían obtenido la información de que
cada miércoles, Trujillo habitualmente viajaba a su pueblo natal de San
Cristóbal y, sobre la base de ese dato confiaron en que la delicada y
arriesgada misión tendría lugar a mediados de semana.
Indican que, al parecer los designios quisieron
que tal acontecimiento sucediera un martes, circunstancia fortuita que
provocó que por lo menos tres de los miembros originales del grupo de
acción se vieron imposibilitados de participar en el tiranicidio.
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