BRASIL, La presidente y candidata a la reelección Dilma
Rousseff se ha puesto en cabeza en la jornada de elecciones
presidenciales y legislativas celebrada este domingo pero no ha
conseguido los votos suficientes para evitar enfrentarse en una segunda
vuelta a su rival, el socialdemócrata Aécio Neves que ha logrado
desbancar a la ecologista Marina Silva cumpliendo lo pronosticado por
las últimas encuestas.
Con más del 90% del escrutinio realizado, Rousseff lidera las
elecciones con el 40,91% de los apoyos, Neves cosecha un 34,38% y Silva
queda en tercer lugar con un 21,11%. Muy lejos de los tres principales
candidatos, en cuarto lugar se encuentra la izquierdista Luciana Genro,
del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), con un 1,58%.
Aún faltan por contar los resultados de las zonas más pobres del
norte del país y el Amazonas, donde Rousseff es más fuerte por lo que la
distancia se podría agrandar. Sin embargo, tal y como ha confirmado la
Junta Electoral, al no ser posible la mayoría simple para ninguno de los
candidatos, los dos finalistas deberán enfrentarse en un cara a cara en
una segunda ronda el próximo 26 de octubre.
Neves, apuesta "segura" contra Rousseff Tras una campaña irregular,
Neves ha logrado hacer calar su mensaje del "cambio seguro" y su
experiencia como gobernador durante dos legislaturas ha convencido a los
suficientes votantes de la oposición de que él era la apuesta más
certera para enfrentarse a Rousseff.
Por contra, Marina Silva, prominente ecologista del Partidos
Socialista Brasileño (PBS) que llegó a ser candidata tras la trágica
muerte de su predecesor y que lideraba las encuestas hasta horas antes
de arrancar las eleeciones, es la gran perdedora de la jornada.
Tras semanas postulándose como probable candidata para enfrentarse a
Rousseff, la campaña de Silva cayó en picado a raíz de una serie de
informaciones negativas que la acusaban de haber cambiado brúscamente su
política en temas como los impuestos o el matrimonio homosexual.
Tranquilidad para los partidos tradicionales El gradual movimiento
del PT de Lula y Rousseff hacia el centro del espectro
ideológico desplazó en los últimos años al PSDB de Neves, que fue
perdiendo las banderas que enarboló en su momento con Cardoso.
Aunque los programas sociales que el partido impuso en los tiempos en
que gobernó fueron mantenidos pero ampliados por Lula, las bases de las
políticas económicas de Cardoso también fueron adoptadas por el PT y a
los socialdemócratas les quedó muy poco para presentarse como una
alternativa realmente diferente.
Ahora Neves, economista de 54 años, ha apostado por "unir fuerzas"
contra Rousseff y tendrá otras tres semanas de campaña para intentar
convencer a los brasileños de que el PSDB puede recomponer la golpeada
economía del país y recuperar las banderas sociales que el PT le
arrebató en los últimos años.
Cualquiera sea el resultado, las urnas lo que se ha confirmado este
domingo es que la mayoría de los brasileños ha optado por respaldar a
los partidos tradicionales, frente al discurso de la "nueva política"
manejado por la ecologista Marina Silva.

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