sábado, 11 de enero de 2014

MIGUEL A. DIAZ THOMAS EL 03



Por: Félix Díaz Tejada

Miguel Ángel Díaz Thomas
Probablemente en escasas ocasiones de mi vida sea tan osado como para exponer por escrito una valoración sobre alguien a quien conozca, debido a lo volátil de la conducta humana y al comportamiento pendular a que la sociedad de estos tiempos ha arrastrado a nuestros congéneres.

No obstante, hay alguien a quien conozco desde la época en que ambos casi terminábamos la adolescencia y al fragor de las luchas que librábamos los dominicanos en la primera mitad de la década de 1980, a raíz de las consecuencias que derivaron como parte de los denominados ajustes en la economía nacional y la profundización en los niveles de empobrecimiento de las capas bajas y medias de la sociedad; cuyos efectos fueron impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), los grupos financieros internacionales y las elites económicas del país.

Si, así fue, en aquellas jornadas de organización gremial, programación de marchas, pobladas, huelgas y ocupaciones de escenarios públicos, allí conocí al Miguel A. Díaz Thomas. Llegan a mi memoria sus atinadas intervenciones en las asambleas gremiales, su inmenso valor y arrojo, su disposición permanente para todas las tareas que se le encomendaran, su solidaridad en los momentos más angustiosos para varios de nosotros, como aquel martes 19 de julio del año 1985, en que fuimos reducidos a prisión y recluidos durante una semana en las ergástulas mugrientas de la Fortaleza San Luis, en condición de prisioneros políticos del régimen de entonces. Son de esos momentos en donde más se conoce al amigo, y allí supe para siempre que nuestro compañero de celda era uno de esos seres humanos caracterizados por la firmeza de espíritu, portador de unos principios y valores que ha sabido aquilatar para las causas más nobles de la sociedad.

Desde que inició el VIII Congreso Norge Botello del Partido de la Liberación Dominicana, expresé a mis compañeros que me mantendría al margen de las disputas y las pasiones; lo cual no me impide ponderar a quienes considero que están entre los mejores compañeros para ingresar al Comité Central, y precisamente uno de ellos lo es sin lugar a dudas el Lic. Miguel A. Díaz Thomas.

Su trayectoria de servicio, no de clientelismo, su sólida formación social y humana, su apego firme a los principios y valores con que nos formaron nuestros padres, la Iglesia y el Profesor Juan Bosch, sabemos que estarán allí como bandera que sabrá ondear en lo más alto del pedestal ético y moral, en bien de la institucionalidad, el retorno a la ideas primigenias de nuestro Partido y la permanente interactividad con nuestro pueblo. 

Al momento en que acuda a marcar la boleta peledeista por lo local, al primer recuadro que iré será al 03. Así lo harán todas mis amistades y familiares. Y el lunes estaremos con la satisfacción del deber cumplido, al tiempo de haber logrado un paso de avance en el PLD. 

Exhorto a nuestros lectores que tengan derecho a votar mañana 12 de enero, a que hagan lo mismo, y sabrán que será un voto de conciencia por usted, su familia y para que el PLD procure continuar la obra que iniciaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperon, Manolo Tavarez Justo, Francis Caamaño y nuestro líder histórico el Prof. Juan Bosch. 

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